Se vio las manos y el color de su piel se entremelaba con el blanco de nubes reflejadas en su ventana. El contorno de sus brazos ya no definía nada, nisiquiera la definía a ella, tan afianzada, tan contundente, tan antagónica consigo misma. Mientras los segundos pasaban en que la luz se encargaba de borrar aún más todas aquellas siluetas que pudieron ser familiares hasta cierto punto. Los conceptos se intercalaban sin cesación.
La distancia entre el norte y el sur ya no era tan larga como lo era desde el centro a cualquiera de los dos. Todos los entendimientos que alguna vez se asumieron, se amputaban uno a uno con la necesidad de entender todo, de intentar que uno explicará al uno y el otro al otro. El sudor entre los nudillos se volvía agua bendita que depuraba todos y cada una de las dudas y de los sueños inconclusos de las noches anteriores.
Sin nombre. Sin nombre y con alma, una retención de memorias tan mala que podía pasar desapercibida se la jugó de manera inquietante. Los contornos de sus cuerdas se re crearon y dijo en voz baja al entorno ininteligible "ya vuelvo" y corrió a buscar las palabras para re definir esas señales que le decían a sus adentros que ya se dejarán acarrear; que tarde o temprano la añoranza de ciertas sensaciones las traerían de vuelta cuando se desapegara de los objetos que alguna vez fueron sujetos. Cuando se percatara que todo eran el mismo síntoma de causa común que buscaba definir para poder volver a estar.
"ansiedad.
1. f. Estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo.
2. f. Med. Angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos.
Con él.