miércoles, 20 de agosto de 2008

Recopilación de amores IV

Primero creyo que yo lo habia llamado y seguirá creyéndolo porque sigue creyendo que la edad hace la madurez y que la inmadurez me haría buscarlo, además de ese fuerte deseo de decir que era alguien. La manera como me susurraba entre tragos, y los secretos que se habían escapado entre la gente me decían que no era así, pero asi lo quiso.
Mientras nos dejabamos llevar con total control de las situaciones, más se racionalizaba, dandóse cuenta que esto no iba a ninguna parte, a pesar que era todo. Era todo porque nos vimos, tal y como nos habiamos soñado, aunque yo nunca había siquiera ideado tal manera de defenderse a sí mismo. Nunca creí que fuera a correr y mucho menos tan lejos y tan drasticamente de algo tan súblime.
Me pidió que me fuera con él, que olvidará todo por unos instantes. No negaré que lo pensé más de tres veces, pero no era así. Lo tomé de las manos y lo vi a los ojos, me reí esperando romper el silencio. Me bajo la mirada, yo podía ver toda una película corriendo en el fondo de su mirada, algo de preocupación, bastante represión. Se contuvo, yo no hice nada.

sábado, 9 de agosto de 2008

Failing

Estoy extrañando esa inocencia,
la de él no la mía. 

Aunque de inocente no tenía nada. 
Era la manera como me mentía, 
con ternura. 

Sus ojos, nunca creí en ese ázul. 
Lo creí cuando lo ví y luego los veía. 

Sabía de que se trataba el juego, 
tanto él como yo, pefecto. 

Extraño esa inocencia, 
la manera como nos mentíamos.
Porque ni él ni yo necesitabamos más.
La honestidad de lo que sabíamos.

La suavidad y la descomplicación, 
las tardes de rituales sólo para postponer el fin.

Lo extraño a él, aunque me haya ido. 

martes, 26 de febrero de 2008

Febrero americano

Nunca pense escribirte,
por tí ya había hablado,
pero nunca para tí.

Para tí,
que me diste el valor de la libertad,
que me tomaste por las caderas
y me ayudaste a volar.

No te pido más,
sólo sigue dandóme momentos,
cada vez en cuando,
cuando yo quiera,
porque tu ya lo dijiste.

Aqui estoy,
pensándote,

deseando.

lunes, 4 de febrero de 2008

Estar

¿Uno se enamora?
Yo creo, antes de casarse.

El teléfono no existía,
esa fue la magia.
Una noción tampoco.

Talvéz un recuerdo vago,
historias recreadas en nuestra mente,
un poco de cuentos, nada grave.

Sólo encuentros espontáneos,
todo el tiempo.

Románticos, talvéz no,
lindos, podría yo decir que si.
Extraños bastante,
sinceros en demasía,
como debe de ser.

Yo no moví ni un dedo,
sólo dije una palabra.
El mundo se vino sobre mí,
no me quejo.

Lo ví, vi el rayo de eso que fue.

No existía el teléfono,
sólo eramos, ahi dudando
por lo tanto pensando,
siendo.

Cafés se reflejaban,
silencios sobre lo cojines piel.
La sala,
palabras y suspiros.

No mucho, sólo eramos.
Tranquilos, sin ver al futuro,
soñando con el presente.

Quiero, no.
Tengo.
Ahora, pasa.

El sofa, suspiros,
somos, miradas, las manos,
un momento.

Dudo, pero nada grave,
no tiene nada que ver con nada.
Estamos,
esperando agotar conversaciones,
acabar con los silencios.

Eternidad de dudar, pensar y ser.
Jóvenes,
revolucionarios con la rapidez,
miradas.

Fuimos, somos ahora,
El sofa sigue, pero no es,
ya no hay nada.
El teléfono fue todo.

martes, 29 de enero de 2008

Si repito el recuerdo

"Si repito tu nombre
después de otra jornada
y otra noche conmigo,
si tu olor me recorre
y entre pecho y guitarra
se hace más el vacío,
si estas manos entre acorde y acorde
acordándose van de tu pelo
no hace falta tanto cielo
si la luna de tu piel no está.

Si entre verso y respiro
se abre un azul profundo
que va tiñendo el tiempo,
si a contraluz te miro
y se hace más agudo
el filo de tu cuerpo,
si esta nota no alcanza a tu tono
y entonándote vuelo y respiro
no estoy solo, voy conmigo
y la estela de este canto atrás.

Puedo hablar de ti con mis amigos,
mi canto, mi silencio, mi conmigo,
puedo hallar tu rastro si lo quiero hoy
sé perfectamente donde te dejé."
Alejandro Filio (Sin la luna)

Es tan borroso,

aqui estoy yo hoy, repitiendo un recuerdo.
Por cada vez que repito esta canción,
recuerdo más claro el vacío de mi estómago,
pero no recuerdo el detalle de lo mio.

Acordándome de esos días en que hizo tanta falta,
la sonrisa que no veía por la oscuridad,
mientras oía esas largas historias de jornadas indígenas.

Con olores aristocrátas, tan tímidos como yo hoy.
Más lleno estan estos parpádos de sueño y un mar de risas.
Teñiste mi cuerpo de sangre, con delicadeza indescriptible,
no fue loco, fue consciente y aún más sincero.

No hay manera de entender mejor este silencio,
recuerdo donde acabo vida, y tan sólo se que fue mi biblia.
Tan poco religiosa, pero ahora venero la luna, como alabamos esa oscuridad.

Me dejaste acompañada, recorriendo otra vida.

No hace falta oirlo, el silencio esta dentro.
Quiero volver a cortar páginas escritas, o recorrer lo versos libres.

Ya no puedo, te adoré, quiero darle un sentido a los meses.