martes, 9 de octubre de 2007

Proyectada ante mi


Ahora yo lloraba. No lloraba, me desmoronaba, mientras él no tenía ni la menor idea de que pasaba. Tenía sentido común y era un hombre muy perspicaz, pero no parecía tener interés en oir ni mis risas ni mis llantos. No por cruel se encerraba en su mundo, no por cruel me desmoronaba yo. Por débil me carcomía el higado y se desintegraban mis ojos; por no tener lo pantalones para salir y seguir la imagen que se proyectaba delante mio durante toda mi infancia y toda mi adolescencia, la imagen de mi, de alguien cada día más desconocido, alguien que hasta yo misma llegaba a envidiar.

03/21/07

No hay comentarios: