martes, 9 de octubre de 2007

Auxilio!


Ya estoy comenzando a sentir el dolor de mi propio desprecio dentro de mi cuerpo. No es mentira que uno puede enfermar de amor, o morir de tristeza, al paso que voy me enfermaré de cobardía y la vergüenza me desaparecerá el alma. Siento a cada instante la necesidad de tomar un rumbo, pero me duele tanto, me come el miedo y sigo entonces dando vueltas. Sigo en un elipsis continua, donde empiezo a sentir punzadas en el pecho, en mis piernas y en mi vientre; la quietud me esta matando, la cobardía me esta frenando.

03/26/07

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