martes, 23 de julio de 2013

¿Quién soy?

¿Quién soy?
Soy imágenes fugaces sobre un lienzo de cristal,
soy la luz que atraviesa y los colores que ya no están.

¿Quién soy para ti?
Tal vez sea colores brillantes,
tal vez sea electricidad.
Soy un volcán de amor y lágrimas,
una voz que canta sin callar.
Soy la risa, soy los besos,
soy los libros, soy las horas,
soy el cálido pecho que abraza.
Sin pensar,
la amiga, la niña, la mujer,
la inconsciencia y la consciencia.

¿Quién soy para mi?
Soy un sin fin de melodías, unas ganas de amar.
Soy una imagen frágil porque ya no amo sin pensar.
Soy miedos, soy memorias, soy deseos y soy sueños.
Soy un deseo enorme de poder volver a volar.

sábado, 18 de agosto de 2012

Drift

Puede ser que sólo yo sienta el aire,
y que sólo yo vuele con él

martes, 14 de julio de 2009

ανησυχία

Esta vez fue distinto. En vez de abrir la puerta con una emoción, dandóle al mundo todo el odio existente que ha carcomido sus adentros; abriendóse con toda la ternura como muchas veces lo ha hecho para recibir vacíos; dejando atrás absolutamente todo para poder entregarse a unas cuantas carcajadas insolentes y reenergizantes; ó mojándose la camisa con toda la sal que producían sus ojos en la soledad; ella se salio a la calle sin nombre.

Se vio las manos y el color de su piel se entremelaba con el blanco de nubes reflejadas en su ventana. El contorno de sus brazos ya no definía nada, nisiquiera la definía a ella, tan afianzada, tan contundente, tan antagónica consigo misma. Mientras los segundos pasaban en que la luz se encargaba de borrar aún más todas aquellas siluetas que pudieron ser familiares hasta cierto punto. Los conceptos se intercalaban sin cesación.

La distancia entre el norte y el sur ya no era tan larga como lo era desde el centro a cualquiera de los dos. Todos los entendimientos que alguna vez se asumieron, se amputaban uno a uno con la necesidad de entender todo, de intentar que uno explicará al uno y el otro al otro. El sudor entre los nudillos se volvía agua bendita que depuraba todos y cada una de las dudas y de los sueños inconclusos de las noches anteriores.

Sin nombre. Sin nombre y con alma, una retención de memorias tan mala que podía pasar desapercibida se la jugó de manera inquietante. Los contornos de sus cuerdas se re crearon y dijo en voz baja al entorno ininteligible "ya vuelvo" y corrió a buscar las palabras para re definir esas señales que le decían a sus adentros que ya se dejarán acarrear; que tarde o temprano la añoranza de ciertas sensaciones las traerían de vuelta cuando se desapegara de los objetos que alguna vez fueron sujetos. Cuando se percatara que todo eran el mismo síntoma de causa común que buscaba definir para poder volver a estar.

"ansiedad.

(Del lat. anxiĕtas, -ātis).

1. f. Estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo.

2. f. Med. Angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos.



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Con él.

domingo, 12 de julio de 2009

Certeza de un delirio

Me cubría el cuerpo mecánicamente como hago todos los días al salir de la ducha; pero esta vez decidí verme a los ojos. Con la poca cordura que me queda en estos días me vi del otro lado, abrazada, abrazada por él. Tal como esa última noche que pasamos juntos, apenas reconociendo lo que tanto habíamos pospuesto.

Mi figura se transfiguraba conforme mis pensamientos me mostraban uno a uno los detalles que me aseguraban que mis alucinaciones no eran más que recuerdos, recuerdos y predicciones ansiosas.

El alma me volvió al cuerpo. No es como que si alguna vez hubiera estado dentro de mí desde que empecé a reconocer ó inconscientemente caer en esta demencia. Con cada instante que ha pasado ya no soy yo la que esta, es una creación que me posee y me despoja simultáneamente.

Me vi, los ojos oscuros y profundos como nunca había remarcado, mi pelo rizado oscuro caía cubriéndome parte de mis pechos y mis manos tomaban mi cara como si nunca hubiera sido tocada. En este caso era yo, yo viendo que realmente existía, al menos en ese instante, en esa expresión de mi consciencia.

Su manos empezaron a acariciar mis mejillas, y mis hombros sintieron sus besos. Cuando empecé a extrañar aquello que apenas tuve una vez; y mis manos empezaron a hacer cuentas, de uno en uno, de cinco en cinco para entender la velocidad del tiempo que materializaría mi abstracción. Me recordé que lo esporádico y lo espontáneo de su ser es aún por lo que sigo siendo yo a pesar de mis delirios.

Le vi, me sonrío y no dijo nada, tampoco movió siquiera un milímetro de su cuerpo. Sus ojos se quedaron fijos como forzándome a volver al espejo, a la toalla que cubría a medias mi cuerpo, al presente en el que debería pensar en mi juventud. Me vio y en pensamientos nos dijimos que habría más, aún era el espejo el que me hablaba, pero desde él mis recuerdos se transformaban en deseos y mi ansiedad en certeza.

domingo, 21 de junio de 2009

Melodía sin nombre

Si te encontrara en otra existencia,
me hablarías con tus ojos como hoy?
Si cada nota que tocaste en este piano,
fuera una palabra en un discurso por el sol,
hablarías a la luna de las luces que creamos,
contarías a las estrellas los secretos de los dos?

Si te encontrara en otra vida,
tocarías la misma melodía,
acariciarías la esperanza en mi interior?
Si los dedos con que tocas mis mejillas,
fueran razones para no volver a ti,
yo me parto en mil pedazos,
extrañando cada paso,
con que pronto despellejas mi razón.

Son tus manos que sucumben cada tecla,
esos brazos que amparan un compás,
los deseos que progresan con tus notas,
sutileza de tus labios al rozar.
Cada esquina, cada plano,
cada cuerpo en su lugar.
Son las ansias, son las notas,
la existencia de tu y yo.

Si te viera de mañana en mil años,
guardarías los acordes que hoy tienes para mi?
Si cada día que se pasa en un año,
te alejara un poquito más de mi,
tocarías cada parte, cada nota, cada instante,
con el fuego y el ardor que existe hoy?

Si por un instante duermes,
cuéntame si a veces sientes la canción?
Si de noche hay silencio,
si la música se calla,
acaso no escuchas, lo que escucho yo?
Yo me parto en mil pedazos,
recreando cada paso,
para que pronto despellejes mi razón.

Son tus manos que sucumben cada tecla,
esos brazos que amparan un compás,
los deseos que progresan con tus notas,
sutileza de tus labios al rozar.
Cada esquina, cada plano,
cada cuerpo en su lugar.
Son las ansias, son las notas,
la existencia de tu y yo.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Recopilación de amores IV

Primero creyo que yo lo habia llamado y seguirá creyéndolo porque sigue creyendo que la edad hace la madurez y que la inmadurez me haría buscarlo, además de ese fuerte deseo de decir que era alguien. La manera como me susurraba entre tragos, y los secretos que se habían escapado entre la gente me decían que no era así, pero asi lo quiso.
Mientras nos dejabamos llevar con total control de las situaciones, más se racionalizaba, dandóse cuenta que esto no iba a ninguna parte, a pesar que era todo. Era todo porque nos vimos, tal y como nos habiamos soñado, aunque yo nunca había siquiera ideado tal manera de defenderse a sí mismo. Nunca creí que fuera a correr y mucho menos tan lejos y tan drasticamente de algo tan súblime.
Me pidió que me fuera con él, que olvidará todo por unos instantes. No negaré que lo pensé más de tres veces, pero no era así. Lo tomé de las manos y lo vi a los ojos, me reí esperando romper el silencio. Me bajo la mirada, yo podía ver toda una película corriendo en el fondo de su mirada, algo de preocupación, bastante represión. Se contuvo, yo no hice nada.

sábado, 9 de agosto de 2008

Failing

Estoy extrañando esa inocencia,
la de él no la mía. 

Aunque de inocente no tenía nada. 
Era la manera como me mentía, 
con ternura. 

Sus ojos, nunca creí en ese ázul. 
Lo creí cuando lo ví y luego los veía. 

Sabía de que se trataba el juego, 
tanto él como yo, pefecto. 

Extraño esa inocencia, 
la manera como nos mentíamos.
Porque ni él ni yo necesitabamos más.
La honestidad de lo que sabíamos.

La suavidad y la descomplicación, 
las tardes de rituales sólo para postponer el fin.

Lo extraño a él, aunque me haya ido.